Son esas veces que metes la pata y no sabes donde meterte después

Desearías ser un cangrejo ermitaño ,meterte en tu concha y esconderte de todos hasta que la tormenta pase.
Pero hay veces que hay que aguantar el chaparrón y ponerle una sonrisa al mal tiempo.
hay que tragarse el orgullo, las tonterías, los celos, la envidia y todo y asumir que te has equivocado..
Errar es humano, y salvo que alguno de mis lectores sea un ser divino que nunca falla en el camino de la vida… me temo yo que todos hemos tenido que pedir disculpas alguna vez.
Y no veas como nos cuesta a veces, días, meses incluso años , como es el caso de unos hermanos que pelearon por un jersey y hasta que tuvieron cuarenta y pico no se volvieron a dirigir la palabra..
Por eso ahora yo, la picajosa Botas de Caramelo ,voy a pedir perdón a mucha gente..

Empezando por mi misma, voy a perdonarme el no quererme a mi misma y una vez superado ese paso voy a buscar el perdón de los demás.
Siento ser tan gilipollas a veces, no pensar y ser tan egoísta., como una niña que solo quiere una piruleta y se encapricha con ella hasta formar rabietas dignas de enfermo mental.